Israel y Hamás rechazaron el llamamiento del Consejo de Seguridad de la ONU para un alto el fuego en Gaza, donde los bombardeos israelíes incrementaron el número de víctimas a más de 800 entre la población palestina y se conocieron nuevas matanzas de civiles.
Según un documento de la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU (OCHA), el Ejército israelí mató el domingo pasado a 30 civiles que sus soldados habían concentrado el día anterior en una vivienda en la franja palestina.
De acuerdo a varios testimonios, el 4 de enero soldados de infantería israelíes evacuaron a 110 palestinos a un inmueble en Zaitún (la mitad de ellos niños) y les advirtieron que permanecieran dentro, afirma la OCHA en su informe semanal sobre Gaza.
Veinticuatro horas más tarde, fuerzas israelíes bombardearon repetidamente el inmueble, matando aproximadamente a treinta personas, agrega el informe.
Zaitún es uno de los barrios de las afueras de la ciudad de Gaza donde las fuerzas israelíes han tomado posiciones con vistas a un ataque a la capital de la franja, que mantienen cercada casi desde que comenzó la operación terrestre.
En tanto, nuevos bombardeos israelíes causaron la muerte de otros veinte palestinos, muchos de ellos civiles. Entre las víctimas figuran seis familiares de un activista del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), cuya vivienda en la localidad de Bet Lahie, en el norte de la franja, fue bombardeada por aviones.
Otros tres civiles, también de una misma familia, murieron en un ataque de artillería en el barrio Tufah de Gaza capital