Llegó de Ayacucho para celebrar con su familión.
Tiene 8 hijos, más de 80 bisnietos y 10 tataranietos.
¡Feliz cumpleaños! Junto a sus nietos, bisnietos y tataranietos, doña Marcela Rúa Jáuregui ayer apagó sus 112 velitas. La ancianita llegó a Lima desde su natal Ayacucho para celebrar a lo grande su 'santo'.
"Gracias por venir a verme y tomarme fotos en mi cumpleaños... Ya tengo 112 años, pero no parece...", dijo entre risas la abuelita, que muy entusiasmada esperaba a sus invitados.
Hace unas semanas la habíamos visitado en su casa de Miraflores, en Ayacucho, donde le hicimos una entrevista. Ella nos recordaba perfectamente y se mostró muy agradecida por haberla bautizado como 'La abuelita del Perú'.
'Dónde está mi cervecita'
Senovio, uno de sus hijos mayores, contó que doña Marcela se levantó muy temprano para alistarse, pues sabía que sus familiares llegarían para agasajarla.
"Esta es la casa de mi hermana mayor. Mi mamá se queda con ella cuando viene a Lima, en la mañana tomó su quaker y comió, pero cuentan que estaba muy emocionada porque era su cumpleaños y sabía que vendrían a engreírla", afirmó.
Cerca de las 10 de la mañana, doña Marcela recibió a sus primeros invitados. Sobrinos, nietos, bisnietos y hasta tataranietos llegaron para saludarla. "Dónde está mi cervecita, hoy es mi cumpleaños", bromeaba la viejecita, quien sopló sus velitas y comió una buena tajada de torta.
Junto a su hija Gaudencia, de 61 años, que llegó de Ayacucho especialmente para estar junto a su progenitora, doña Marcela brindó con una copa de vino por sus 112 años y dijo que espera cumplir varios años más. "Ella quiere ver a sus bisnietos crecer. Es linda mi madrecita, canta sus huaynitos, pero cuando se aburre quiere salir de casa", contó una de sus hijas.
Tiene dolores
Pese a que doña Marcela es una mujer bastante saludable y lúcida para su edad, sus hijos contaron que en los últimos días está sufriendo un dolor agudo en una de sus piernas. "Se queja de dolor. Hasta llora la pobrecita, la hemos llevado al doctor, pero dicen que no es nada grave, suponemos que serán sus achaques, pero en general los médicos se quedan sorprendidos porque tiene sus articulaciones muy bien pese a su edad", refirieron.
Aunque en Lima la familia de doña Marcela la atiende con mucho cariño, ella prefiere su casa de Ayacucho. "Ya me quiero ir. Quiero estar en mi casa, con mis plantas...", dijo la abuelita, quien este fin de semana regresa a su pueblo.
Doña Marcela celebró su cumpleaños hasta cerca de la medianoche. Con unas copitas, incluso se animó a bailar un huaynito ante los aplausos de sus seres queridos.